Descripción
El zinc es un inmunoestimulante eficaz. Actúa como un "segundo mensajero" de las células inmunitarias y reduce significativamente la duración de los resfriados. Además, un aporte suficiente de zinc a las estructuras visuales asegura la correcta percepción de los estímulos luminosos en la retina y reduce el riesgo de desarrollar degeneración macular asociada a la edad.
El efecto antioxidante del zinc juega un papel fundamental en la reducción del estrés oxidativo, que puede causar daños en el ADN y, por lo tanto, este oligoelemento reduce el riesgo de cáncer.
La deficiencia crónica de zinc conduce a la aparición o exacerbación de trastornos neurológicos y psiquiátricos como la depresión y la esquizofrenia, así como enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis lateral amiotrófica.
El papel clave del zinc en la síntesis de testosterona y en la espermatogénesis se conoce desde hace mucho tiempo, por lo que podemos concluir que este oligoelemento es necesario para los hombres durante la actividad sexual.
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